viernes, 22 de febrero de 2013

Dinamicas de empleo



Las políticas activas de empleo (PAE) se resquebrajan, son incapaces de responder a las exigencias que desde las viejas guardias de la políticas activas de empleo de la Comisión nos plantean: tener entrevistas de orientación periódicas, acceder a una formación o a empleo al menos cada cuatro meses... nada de eso es posible para la bolsa de parados de larga duración (cualificados o no) para los que debemos intentar construir un sistema publico de garantías mínimas. Los subsidios no contributivos (los 400 €) son insuficiente como renta para la mayoría de las familias, e insuficiente para mantener activa psicolaboralmente a esta ingente cantidad de personas en riesgo de exclusión social.

Porque el trabajo es la base de una ciudadanía activa, los ciudadanos no podemos esperar a que el mercado laboral demande nuestro trabajo, y no podemos esperar a que fluya crédito para poder emprender. Tampoco es en este momento prudente arriesgar con un proyecto de autoempleo que, seguramente, será inviable cuando nos apliquemos los gastos e impuestos que exige una empresa formalizada.

Así la primera de las conclusiones que asume este enfoque dinámico que proponemos es que un margen de informalidad es imprescindible para que un importante porcentaje de población se mantenga socioeconómicamente activa.  No se trata de justificar la economía sumergida o la informalidad, sino de entender que ésta, adecuadamente tutelada desde los servicios de empleo, o desde la sociedad autorganizada (si estos servicios, como parece, están desbordados) puede contribuir a paliar necesidades y a generar una cultura de intercambios no dependiente ni de las restricciones de un Estado que se muestra incapaz de dar respuesta a la situación, ni de las de un Mercado Laboral ... que se puede calificar de “servidumbre”.  

Las políticas activas de empleo se organizan como una batería de acciones (orientación, ayudas varias, formación, etc.), frente a estas acciones convencionales, las políticas dinámicas genera un sistema (en el que tienen cabida las políticas activas) que explora sinergias sobre la base de una avanzada cultura colaborativa, y abiertas a construir interacciones entre los propios usuarios de los servicios convencionales. Las políticas activas son un servicio publico a los desempleados, las políticas dinámicas un espacio para generar colaboración y empoderamiento entre los propios desempleados.  EL matiz asustara a muchos que pueden ver tambalearse sus tradicionales formas de legitimación profesional: profesional vs usuario.

La clave de las dinámicas de autoempleo es 1) generar confianza y espacios de colaborativos y comunitarios, que acaban desembocando 2) en comunidades de intercambio de bienes.  

1) Los Pactos Locales por el Empleo y el enfoque EQUAL, fueron un primer intento, impulsado desde la Comisión Europea, para generar comunidades colaborativas de acompañamiento al empleo en que participan servicios públicos de empleo, Ayuntamientos, organizaciones empresariales, sindicales, etc. Pero en la practica podríamos decir que es un sistema fallido por que se fundamentaba en trabajar en redes locales con las acciones propias de las políticas activas, insuficientes actualmente para la mayoría de desempleados. En este momento de degradación del mercado laboral y de grave situación social,  el núcleo de intervención de estas políticas dinámicas de autoempleo es generar, sobre la base de esas redes colaborativas locales, mecanismos de intercambio de productos y servicios.

2) Estas políticas dinámicas avanzadas se basan sobre las mismas bases que lo hace el mercado formal, pero sobre principios con mayor componente de igualdad, transparencia y solidaridad (sodalidad cuando es comunitario). Estos sistemas de intercambio actúan como una suerte de invernadero para iniciativas que no podrían sobrevivir en la dureza de condiciones del “espacio exterior”.  Los bajos costes y el autosostenimiento es su fortaleza, el reto y la oportunidad para los servicios publico es que estos mecanismos de intercambio tienen que ser impulsados, y que puede y deben ser tutelados, bien sea por la propia comunidad, o por la administración.   Mi esperanza es que sea este un campo para que se produzca realmente un empoderamiento de la sociedad y una practica de gobernanza por parte de unas administraciones cuando menos obsoletas.

La principal fortaleza para alguien avezado en políticas activas, de estos mecanismos de intercambios es que permiten un aprendizaje en practica para desempleados, que bien pueden intentar mantenerse semiactivos en su profesión, o bien ensayar un plan B profesional (una nueva profesión). La otra fortaleza es que estos sistemas de intercambio son también refugio para autónomos y microempresas que ven perder facturación.   

A diferencia de la economía sumergida, estos sistemas dinámicos de intercambio dan pie a un sistema de intercambio públicamente tutelado. Las empresas en activo que deben afrontar una aminoración en su facturación porque hay menos dinero entre sus clientes, aceptan una parte del pago en un bono que les permite demandar bienes dentro de la propia comunidad de intercambio.

Para estas empresas y desde un punto de vista fiscal tenemos dos posibilidades: que el IVA se aplique sobre el porcentaje cobrado en € (asumiendo que lo otro es trueque), o que el IVA se aplique sobre el total del valor pagando en €, los impuestos de las transacciones realizadas en ese bono o moneda social de crédito mutuo. 

Estos sistemas, si se tutelas desde lo publico, pueden estar controlados dentro de márgenes de facturación máximos.  Si no se implementan en la mayoría de zonas solo queda la inmersión … la economía sumergida.
Si se implementan, pueden permitir orientar hacia estos sistemas de intercambio a la economía sumergida, permitiendo visibilizarla. Si se aplica con inteligencia un mecanismo comunitario de control de intercambios. Su base es un sencillo soporte informático, controlado desde una administración, que las administraciones publican despierten de su largo letargo de ensoñaciones burócratas y funcionariales es parte de las oportunidades de este enfoque de políticas dinámicas de empleo. Políticas que la sociedad civil ha emprendido con o sin las administraciones o los representantes electos. Sumarse o no es su (in)decisión,  pero este tren, no se detiene.